Los profesores en España… ¿podemos mejorar?

Recientemente se ha celebrado en Qatar, la Cumbre Mundial de Educación. En ella, expertos de todos los países han comentado que el mayor problema del sistema educativo es la calidad de los docentes. Por ello, queremos compartir con vosotros un artículo que debe empezar haciendo una pregunta abierta. Los profesores en España… ¿podemos mejorar?.

Por lo que hemos leído y estamos viendo día a día en nuestro país la pregunta tiene fácil respuesta bajo nuestro punto de vista, podemos y debemos. La educación está desconectada del mundo real y su mayor problema es la falta de calidad del profesorado. Está claro que los ciudadanos de este país no estamos nada satisfechos con nuestro sistema educativo. Está claro que hay cosas que se hacen muy bien, otras bien, pero en cambio se siguen haciendo muchas mal y muy mal.

Para ello muchos expertos en la materia proponen un plan de choque que consiste, entre otras cosas, en fortalecer la profesión de la enseñanza y reforzar la colaboración entre las universidades y empresas.

Precisamente estos dos asuntos están de plena actualidad en España, un país donde la mitad de los jóvenes está en paro y en donde ninguna de las siete leyes educativas que ha habido en democracia ha regulado el principal pilar del sistema educativo: los profesores.

Recientemente hemos visto que el Gobierno ha fichado al filósofo José Antonio Marina con el objetivo de elaborar el libro blanco sobre la profesión de docentes. Además, acaba de publicar otro libro que se suma a su extenso trabajo. «Despertar al Diplodocus».

El diagnóstico que él hace es que en España nuestros profesores están desprestigiados, viven aislados y han perdido la pasión por su trabajo, mientras fallan la selección y la formación y falta liderazgo en los directores. Éstos son los cinco grandes problemas de la educación española, según Marina (y según buena parte de la comunidad educativa):

1º. Selección de aspirantes a convertirse en profesores.

En los países con los sistemas educativos más eficientes, (Singapur, Corea del Sur o Finlandia por ejemplo), el 100% del profesorado se recluta entre el tercio superior de los estudiantes; es decir, entre los más brillantes. En España ocurre como en EEUU: deciden ser profesores los alumnos más ramplones, a falta de otra ocupación mejor. El sistema no selecciona a los mejores. La solución que propone Marina es crear un nuevo modelo de acceso similar al MIR sanitario. Esta propuesta la apoyan casi todos los partidos políticos y Cataluña ya ha dicho que va a ponerla en marcha por su cuenta.

2º. La formación inicial y continua.

Por un lado, los planes de estudios para los aspirantes a maestros y profesores no están actualizados para la sociedad en la que vivimos por lo general. Por otro, los profesores españoles no practican el deporte de la formación continua (según el Informe Talis, el 97% considera que ya está suficientemente formado para su profesión). Hay que mejorar y mucho la formación de los docentes. Si ellos no se actualizan cada año, si no se esfuerzan en formarse para estar al día de las metodologías de enseñanza más innovadoras, ¿cómo pueden exigir a sus alumnos que estudien?.

3º. La política de retribución a través de incentivos.

La sociedad no prestigia la labor del docente, todos creemos que viven muy bien, que tienen muchas vacaciones, que no tienen un trabajo en el que se les exija una implicación como al resto en la empresa privada… Esto les lleva a perder la pasión por su oficio y a estar desmotivados. El sistema no recompensa a los que mejor lo hacen. Si tú te esfuerzas más que los demás, no obtienes ninguna recompensa a cambio. Una solución a este problema podría ser el incentivar económicamente a los profesores y ofrecer más posibilidades de prosperar en su carrera. Los sindicatos de profesores, sin embargo, no ven con buenos ojos que parte del sueldo de los maestros dependa de los resultados del centro.

4º. La guerra por su lado, el aislamiento del profesor con respecto a sus compañeros.

Se da el caso continuamente de que son muy pocos los docentes que entran en otras aulas para ver cómo sus compañeros están dando la clase. A esta acción tan extendida en otros países se le llama job shadowing.

Se puede solucionar de muy diversas formas, por ejemplo, creando más comunidades de aprendizaje y redes educadoras donde se compartan experiencias de éxito, fomentando la participación en ferias y congresos de educación (esta semana pasada en SIMO educación vimos que se empieza a caminar en este sentido), etc.

El otro gran problema es «la desconfianza» con la que los docentes miran el mundo empresarial.  El 66% de los expertos educativos españoles cree que las universidades no preparan adecuadamente para el mercado de trabajo y el 84% dice que echa en falta una educación basada en proyectos que permita a los estudiantes de Primaria y Secundaria aplicar lo aprendido al mundo real. Lo que necesitamos es aprender a innovar, plantea Marina. Faltan prácticas, tutorías, formación y planes más dinámicos en las universidades.

Por ello, en COESU educación proponemos actividades extraescolares totalmente orientadas a suplir esta carencia, para que nuestros alumnos salgan del Colegio con una clara visión de donde quieren desarrollarse profesionalmente, en base a sus capacidad y preferencias.

5º. La falta de liderazgo en los Centros Educativos.

Los directores de los centros educativos no suelen tener la formación necesaria para desempeñar su puesto, al fin y al cabo, son los responsables que la máquina funcione, que sus trabajadores estén motivados y que el nivel de exigencia de cada uno de ellos sea cada ve mayor. En España, nadie le da importancia a los equipos directivos, casi siempre consiguen tener éxito seleccionando y manteniendo a los buenos profesores, cosa que sólo pueden hacer los colegios privados y concertados, dado el carácter funcionarial del profesorado de la escuela pública. Reino Unido, Finlandia o Suecia consideran prioritaria la formación de los directores, que está potenciada y alentada por la Administración y la Inspección. Los directores suecos, una vez seleccionados, mantienen durante tres años un programa de capacitación. Se les exige currículo, experiencia y proyectos puestos en marcha, evaluación de sus anteriores directores y entrevista personal.

Si contactas con nosotros, verás que podemos hacer por ti para solucionar gran parte de estos problemas.

Cogito ergo sum…

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